Oliver Wolf Sacks (n. 9 de julio de 1933, Londres) es un neurólogo inglés que ha escrito importantes libros sobre sus pacientes, seguidor de la tradición, propia del siglo XIX, de las «anécdotas clínicas» (historias de casos clínicos contadas a través de un estilo literario informal). Su ejemplo favorito es The Mind of a Mnemonist (en español Pequeño libro de una gran memoria: La mente de un mnemonista), de Alexander Luria.
Se graduó en el Queen's College de la Universidad de Oxford y se doctoró en neurología en la Universidad de California. Vive en Nueva York desde 1965. Actualmente es profesor clínico de neurología en el Escuela de Medicina Albert Einstein, profesor adjunto de neurología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York y neurólogo de consulta para las Hermanitas de los Pobres. Ejerce en la ciudad de Nueva York.
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Resumen:
En este libro, Oliver Sacks narra veinte
historiales médicos de pacientes perdidos en el mundo extraño y aparentemente
irremediable de las enfermedades neurológicas. Se trata de casos de individuos
aquejados por inauditas aberraciones de la percepción que han perdido la
memoria, y con ella la mayor parte de su pasado; que son incapaces de reconocer
a sus familiares o los objetos cotidianos: que han sido descartados como
retrasados mentales y que, sin embargo, poseen insólitos dones artísticos o
científicos. Por extraños que parezcan estos casos, el doctor Sacks los relata
con pasión humana y gran talento literario. Son estudios que nos permiten
acceder al universo de los enfermos nerviosos y comprender su situación frente a
las adversidades. Como gran médico, Oliver Sacks nunca pierde de vista el
cometido final de la medicina: "el sujeto humano que sufre y lucha".
"Sacks juega con nuestras experiencias
rutinarias para conducirnos por las maravillosas aventuras de la mente. Es
imposible permanecer indiferente ante esta obra que sin duda se ha convertido ya
en un clásico" ( New Society)
Capitulo 1 EL HOMBRE QUE CONFUNDIÓ A SU MUJER CON UN SOMBRERO
El doctor P era un músico distinguido, había sido famoso como cantante, y luego había pasado a ser profesor de la Escuela de Música local. El fracasaba cada vez más en la tarea de identificar caras. Le diagnosticaron diabetes y fue a un oftalmólogo, pero le dijo que no tenía nada en la vista y le propuso que fuera al neurólogo. Fue a visitar al doctor Sack y empezó a examinarle. Le hizo unas pruebas y en una de ellas extendió la mano y cogió a su esposa por la cabeza intentando ponérsela, parecía que la había confundido a su mujer con un sombrero. Al cabo de unos días Sack volvió y le siguió haciendo pruebas con una baraja, un libro de caricaturas, una película sin sonido y le dio una flor roja que le costó mucho identificarla y después con un guante. El doctor P fue a hablar con la señora P y le pregunto que como podía vestirse, le dijo que todo lo hace canturreando y si algo se interrumpe se pierde el hilo. El doctor creía que para él la música había ocupado el lugar de la imagen.
Aqui teneis la definición de agnosia:
http://www.portalesmedicos.com/diccionario_medico/index.php/Agnosia
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9k0-bVgMnfvEm-DeM5mTpovSi_Q30jkyKZI_RG4XuREpMDPPl4HUe1DymU0dXc8JmO6ONbc76zCwefmb-1MT86jf8h_wIqjHpZtTKMBQI9lUPEwm297ja5HPwEZMz-8pmYXFwJNS6Msw/s320/c08_f01.gif)
Capitulo 2 EL MARINERO PERDIDO 1
Jimmie era un hombre de buen aspecto que tenia cuarenta y nueve años, era alegre cordial y afable pero tenía amnesia. El neurólogo salió de la habitación y al entrar Jimmie no recordaba quien era. El neurólogo decidió examinarle. Al examinar su memoria se encontró con una pérdida extrema y sorprendente del recuerdo reciente hasta el punto de que cualquier cosa que se le dijese o se le ostrase se le olvidaba al cabo de unos segundos. Buscó información y luego recibieron un breve informe del Bellevue Hospital. Localizaron a su hermano y pensaron que le aportaría mucha información. Su hermano dijo que él había sufrido un trastorno de memoria del tipo korsakov, por el consumo de alcohol. El neurólogo escribió a Luria y le pidió su opinión. Jimmie fue a la iglesia y se dieron cuenta de que allí se encontraba a sí mismo, encontraba continuidad y realidad en el carácter absoluto del acto y de la atención espiritual Jim se hizo cargo de algunas tareas del jardín que se le hizo más familiar que el interior de la residencia.
Aqui teneis la definición del sindrome de korsakov:
Sherringon
llamó una vez <<nuestro sentido secreto, nuestro sexto
sentido, ese flujo sensorial continuo peroincosciente de las partes
móviles del cuerpo (músculos, tendones, articulaciones). Este
descubrió en la <<prioporción>>, para distinguirlo de
la <<esterocepción y de la <<interocepción>>.
Después
hablaron de Christina era una joven vigorosa de veintisiete años,
aficionada al hockey y a la equitación segura de sí misma, fuerte
de cuerpo y de mente. Tenía dos hijos pequeños y trabajaba como
programadora en su casa. Tenía un dolor abdominal, se descubrió que
era porque tenía piedras en la vesícula y se aconsejó la
extirpación. Ingreso en el hospital y el día antes de la
intervención tuvo un sueño inquietante de una extraña intensidad.
Aquel mismo día el sueño se hizo realidad, era incapaz de
mantenerse en pie y sus movimientos eran torpes e involuntarios.
Llamaron al psiquiatra, porque parecía que se irritaba. Christina
había perdido el aflujo normal y su postura y tonos vocales
proprioceptivos normales y tenía que recurrir por ello a los oídos,
retroacción auditiva, como sustitutivos. Christina había triunfado
y fracasado porque no esta recuperase del todo, pero salió del
hospital y no pudo estar con sus hijos. Muchos hombres y mujeres
habían ingerido cantidades enormes de vitamina B6, pero a diferencia
de Christina, pueden mejorar en cuanto dejen de envenenarse con
piridoxina.
4
EL HOMBRE QUE SE CAYÓ DE LA CAMA
Un
joven que acababa de ingresar estaba muy nervioso y muy raro. Cuando
llego Dr. Sacks se encontró al paciente echado en el suelo junto a
la cama mirándose fijamente una pierna humana cortada. Pensaron que
una enfermera se la había metido a él, para gastarle una broma
cuando estaba aún completamente dormido. El Dr. Sacks le preguntó
que si esa no era su pierna y que donde estaba su pierna, el joven
dijo que no sabía, que se había perdido. Después de publicarse la
historia recibió una carta de un eminente neurólogo, el doctor
Michael Kremer.
![](http://alucinamedicina.files.wordpress.com/2012/03/hemiplejia.gif)
Hemiplejia
5
MANOS
Madeline
J. ingresó en el ST Benedict´s Hospital, cerca de Nueva York en
1980. Tenía sesenta años, ceguera congénita con parálisis
cerebral y su familia la había cuidado en casa durante toda su vida.
Con estos antecedentes y su patética condición pasmodismoy
atetosis, movientos involuntarios de ambas manos. Le preguntó que si
había leído mucho porque parecia que dominaba muy bien el método
Braile pero ella dijo que las lecturas se las hacían otras personas. Las
manos de la señorita J eran ligeramente atetosicas y espasmódicas,
pero su capacidad sensorial se hallaba completamente intacta.
Madeline no tenía ningún repertorio de recuerdos porque no había
usado las manos nunca ni tampoco los brazos. Le habían dado siempre
de comer, nunca había hecho por si sola sus necesidades, nunca había
intentado valerse ella, siempre había dejado que le ayudaran los
demás. Su primer acto para mover el brazo fue su primer uso de las
manos, cogió una rosca y se la llevo a la boca, tras esto el progreso
fue rápido. Se lanzó a explorar, a tocar, el mundo entero. Madeline
empezó a modelar cabezas y figuras, en un año era famosa en el
lugar, como la Escultora Ciega de ST Benedict´s.
6
FANTASMAS
Silas
Weir Michell describió y analizo con todo detalle a los fantasmas.
Unos eran extrañamente espectrales e irreales. Cuenta algunas
historias que han sucedido y que contienen en ellas “objetos
fantasmas” como la del dedo. Un marinero perdió un dedo y le
persiguió muchos años hasta que a este paciente contrajo una
neuropatía diabética sensorial grave y perdió la sensación de
poseer dedos en ese momento el dedo fantasma desapareció. Cuenta la
historia de Charles D que se caía muy a menudo porque sentía que su
pierna y había habido sospechas de un trastorno en el laberinto. Un
examen más detenido mostró claramente que lo que tenia no era
vértigo ni mucho menos, sino una agitación de ilusiones posturales
en continuo cambio. Después reflexiona sobre fantasmas vivos o
muertos.
7
A NIVEL
Conoció
al señor MacGregor, en la clínica neurológica de St. Dunstan´t,
una residencia de ancianos donde trabajó tiempo atrás, pero lo
recordaba como si fuese ayer. El señor tenia noventa y tres años y
no aparenta más de sesenta estaba despierto y era inteligente aunque
tenía la enfermedad de Parkinson. A este señor se le ocurrió
ponerse un nivel fuera del cuerpo y cerca de la vista para poder ver
cuando se inclinaba y corregirlo. El experimento funcionó
perfectamente, al principio era algo incómodo pero luego ya miraba
el nivel automáticamente. Las gafas del señor MacGregor causaron
verdadero furor en St.Dunstan´n. pronto un segundo paciente, luego
un tercero, llevaron las gafas de burbuja del señor MacGregor y como
él, pudieron caminar derechos, a nivel.
8
¡VISTA A LA DERECHA!
La
señora S una mujer inteligente de sesenta años, ha sufrido un grave
ataque que afecta a las partes posteriores y más profundas del
hemisferio cerebral derecho. Ella ha perdido totalmente la noción de
izquierda, tanto por lo que se refiere al mundo como a su propio
cuerpo. A veces se pinta los labios y se maquilla la mitad derecha de
la cara, olvidándose por completo de la izquierda. El Dr. Sacks le
puso una cámara de video para que viese el lado izquierdo de su cara
como si fuese el lado derecho pero no resultó porque era muy
incómodo debido a que la señora S. no sentía nada en su lado
izquierdo.
9
EL DISCURSO DEL PRESIDENTE
El
presidente conmovía, como siempre, a sus conciudadanos, pero los
movía, al parecer, más que nada, a reírse, los pacientes padecían
la afasia global o receptiva más grave, la incapacidad para entender
las palabras A sus amistades, a sus pacientes, a las enfermeras que
los conocían bien, les resultaba difícil creer a veces que fuesen
afásicos. El neurólogo tenía que esforzarse muchísimo para
demostrar su afasia, hablar y actuar no-naturalmente, para eliminar
todas las claves extra verbales, el tono de voz, la entonación, la
inflexión o el énfasis indicadores, y adema todas las claves
visuales.
El
afásico no es capaz de entender las palabras, y precisamente por eso
no se le puede engañar con ellas. Lo que un perro es capaz de hacer
en este campo, son capaces de hacerlo también los afásicos y a un
nivel humano.
Uno
de los pacientes era Emily D que tenía un glioma en el lóbulo
temporal derecho. Descubrió que tenía que prestar muchísima
atención al sentido preciso de las palabras y de su uso. Emily
escucho el discurso del presidente pero no le conmovió. La paradoja
del discurso del presidente era que a nosotros nos engañan con las
palabras combinadas con un tono engañoso.
Segunda
parte
10
RAY, EL <<TICQUEUR>> INGENIOSO
Gilles
de la Tourette, alumno de Charcot, describió el asombroso síndrome
que hoy lleva su nombre en 1885. El <<síndrome es el de
Tourentte>>, como se le denomino inmediatamente, se caracteriza
por un exceso de energía nerviosa, una gran abundancia y profusión
de ideas y movimientos extraños: tics, espamos, poses peculiares
muecas, ruidos, maldiciones, imitaciones involuntarias y compulsiones
de todo género. Para Tourette y sus colegas era evidente que este
síndrome constituía algo así como una posesión del individuo por
instintos e impulsos primitivos, pero también que se trataba de una
posesión con una base orgánica, de un trastorno neurológico muy
definido, aunque todavía por descubrir. En realidad algunos médicos
lo consideraban como una cosa mítica, un producto de la fértil
imaginación de Tourette.
El
olvido de la enfermedad del sueño y del síndrome de Tourette tienen
mucho en comun. Ambos eran trastornos extraordinarios y raros, al
menos para una medicina de criterios estrechos.
Lo
que se ha descubierto en estos últimos diez años es una clara
conformación de lo que i tuyo y Tourette que dice que el síndrome
tiene realmente una base neurológica orgánica.
Un
día llegó Ray a la consulta, padecía el síndrome de Tourette
desde que tenía cuatro años, había ido al colegio, a la
universidad y estaba casado. Sus múltiples tics de extrema videncia
hicieron que le despidiesen de varios trabajos y había puesto en
peligro su matrimonio. El Dr. Sacks le recetó un cuarto de miligramo
de Haldol tres veces al día. Ray volvió a la semana con el ojo
morado y la nariz rota, el Haldol lo había desequilibrado por
completo, alterando su velocidad, su ritmo, sus reflejos
increíblemente rápidos. Ray sacó el mejor partido posible y ahora
lleva una vida plena a pesar del tourettismo, a pesar del Haldol, de
la no libertad y el ardid.
11
LA ENFERMEDAD DE CUPIDO
Natasha
K, una mujer inteligente de noventa y ocho años se sentía con mucha
más energía, más viva y joven. Empezaron a interesarle los hombres
jóvenes y sus amistades empezaron a preocuparse. Ella decía que
tenía la enfermedad del Cupido, la sífilis porque estuvo trabajando
en un burdel en Salónia. El fluido espinal dio positivo, tenia
neurosifilis y acudió a una clínica.
Aparece
Miguel un hombre sencillo, pero con cierta dificultad de habla y de
la audición. El día que le vio estaba muy excitado y le pidió que
hiciera un dibujo. Se dieron cuenta de que tenía parkinsoniano.
12
UNA CUESTIÓN DE IDENTIDAD
Thompson
no recordaba al Dr. Sack hasta que al final se dio cuenta que estaba
en una consulta y no en su tienda como había creído hasta ahora. Le
preguntó al Dr. Sacks si estaba loco y qué hacía allí. Thompson
nada más salir del hospital empezó a delirar y dejo de reconocer a
la familia. Lo que le salva y le condena por una parte es la
superficialidad forzada o defensiva de su vida. El vive en otra
realidad en la que tampoco se siente muy a gusto según el Dr. Sacks.
Lo que brota en su confabulación es que tiene una cualidad de
indiferencia, como si no le importase en realidad lo que dijese como
si ya nada importase en realidad. Una tarde comenzó a contar una
historia que iba inventándose sobre la marcha.
William
hablaba de su hermano en el mismo tono que cuando hablaba de lo
irreal, todo lo contrario que en el caso de Jimmie que al estar con
su hermano ya no se sentía perdido. Todos estos pacientes están
condenados porque lo dañado no es simplemente una facultad sino la
ciudadela misma, el yo, el alma.
13 “SI, PADRE-HERMANA”
La señora B., antigua química, había
experimentado un cambio de personalidad, se volvió chistosa,
impulsiva y “superficial”, su amiga decía que ya no se
preocupaba por nada.
Al principio creían que era
hipomaníaca pero luego se dieron cuenta que tenía un tumor
cerebral. La Sra. B. tenía un carcinoma inmenso que afectaba a los
sectores orbitofrontales de los dos lados frontales.
La primera impresión que tuvo el Dr.
Sacks de ella fue que era una chica muy alegre y divertida.
La Sra. B. le dijo al Dr. Sacks que
parecía un cura (padre) por la barba, una hermana por la bata blanca
y un médico por el estetoscopio, el Dr. Sacks se quedó muy
extrañado con eso y le preguntó si lo miraba a él en absoluto y
ella contestó que no. Conocía la diferencia entre
padre/hermana/médico y también entre izquierda/derecha pero decía
que no significaba nada para ella, el Dr. Sacks le preguntó que si
ese “no significar nada…” le molestaba y ella le contestó que
no.
En el rostro de la Sra. B. no se
reflejaba ninguna expresión de ayuda; su mundo estaba vacío de
sentido y de significado; nada resultaba ya “real” (o “irreal”);
todo era “equivalente”o “igual”; todo el mundo había quedado
reducido a una insignificancia jocosa. Esto le parecía muy raro al
Dr. Sacks y también a las amigas de la Sra. B., pero ella se
mostraba indiferente, despreocupada. La señora B. no estaba presente
como persona.
14 LOS POSEÍDOS
En este capítulo habla del síndrome
de Tourette pero en una forma más avanzada, más fuerte, es el
síndrome de supertourette.
Esta forma del síndrome cuando posee a
una persona desintegra su personalidad y la conduce a una forma
extraña, fantasmagórica, pantonímica y con frecuencia imitativa de
«psicosis» o frenesí. Esta forma del síndrome es muy rara, no se
da tanto como la forma base/original de este síndrome. Se distingue
en su fenomenología y su psicología subyacente, y exclusiva. Guarda
afinidades con las psicosis motoras frenéticas que a veces provocan
la L-Dopa y con los frenesís confabulatorios de la psicosis de
Kornakov. Todos estos trastornos pueden casi aplastar a una persona.
Por la calle el Dr. Sacks vio a más de
una persona que no sólo tenía tics y convulsiones del movimiento
(tourette) sino tics y convulsiones de la percepción, la
imaginación, las pasiones…de toda la personalidad (supertourette).
La «neurología de la calle» tiene
antecedentes respetables. En la calle fue donde James Parkinson
descubrió la enfermedad que ahora lleva su apellido, ésta se debe
de observar en la calle.
Al tratar a Ray, el Dr. Sacks veía a
mucha gente por las calles de Nueva York, gente que padecía lo mismo
que Ray. Pronto recordó a una viejecilla que parecía ser el centro
de un alboroto, esta anciana tenía unas convulsiones increíbles. El
Dr. Sacks se acercó, aquella anciana estaba imitando a todos los
transeúntes, captaba a todas las personas y las caricaturizaba,
adoptaba y asimilaba las características y las remedaba. Aquella
mujer que imitaba a todos los que pasaban por la calle perdía su yo,
se convertía en nadie. La anciana se fue a una calle donde apenas
pasaba gente y allí vomitó las identidades engullidas de las
últimas cincuenta personas que le habían poseído en tan solo diez
segundos, al Dr. Sacks le sorprendió bastante, nunca había vivido
algo parecido y este hecho le fue de gran ayuda.
Una persona que padece tourettismo
percibe su desdicha con una agudeza aplastante y quizás irónica,
aunque puede que sea incapaz de hacer algo al respecto, a esta
persona la arrastra el impulso extravagante, se ve arrastrado a una
situación ambigua con su trastorno.
Para Hume la identidad personal es una
ficción: no existimos, no somos más que una sucesión de
sensaciones o percepciones, esto no se cumple en una persona normal
porque éste posee sus propias percepciones pero si es aplicable a un
ser tan inestable como el que padece supertourettismo, cuya vida es
una sucesión de movimientos y percepciones convulsivos o
imprevisibles, una agitación fantasmagórica sin centro ni sentido
alguno. En ese aspecto el paciente del síndrome de Tourette es un
ser «humeano» más que humano, es decir, un ser insensato, absurdo
que es lo que significa humeano.
La víctima del super tourettismo se ve
obligada a luchar para sobrevivir…para convertirse en un individuo,
y sobrevivir como tal, frente a un impulso constante. En la mayoría
de los casos la víctima lo consigue… pues la capacidad de
supervivencia, la voluntad de sobrevivir es la más fuerte de nuestro
yo. La salud, la salud militante, es la que finalmente triunfa.
Tourette
Tourette
15 "REMINISCENCIA"
A la señora O'C., un poco sorda pero con lo demás en
perfecto estado, una noche le pasó algo muy extraño, en enero de 1979, soñó
clara y nostálgicamente con su infancia en Irlanda, con las canciones que allí
cantaban y con la música que bailaban, cuando despertó seguí escuchando la
música y creyó que alguien se había dejado alguna radio encendida pero después
de comprobar todas las radios se dio cuenta de que no había ninguna encendida,
después pensó que eran los empastes porque había oído rumores de que los
empastes emitían sonidos, se quejó a la enfermera y ésta le dijo que a sus
empastes no les pasaba nada, más tarde pensó que qué radio iba a poner las
canciones que a ella le gustaban y nada más y se preguntó si la radio estaría
en su cabeza.
Cuando visito al sack, la conversación no fue fácil porque
la música apenas le dejaba escuchar lo que decía el doctor, sólo le podía oír
cuando sonaban las más débiles. El Dr. Sacks no pudo localizar ningún problema
neurológico, pero sospechaba que la música era «neurológica». El Dr. Sacks se
preguntaba qué podría haberle sucedido a la señora O'C. para llegar a aquella
situación, ella tenía ochenta y ocho años, buena salud, y no le administraban
ningún medicamento, y el día anterior estaba normal. El Dr. Sacks quiso hacer un electroencefalograma para
prestar atención a los lóbulos temporales del cerebro, todavía no podía
hacerlo, en el periodo de espera se atenuó la música, disminuyó de intensidad,
y era menos persistente. Cuando puede hacer el electroencefalograma sólo oía
fragmentos breves y esporádicos. La señora O'M. oía y veía al Dr. Sacks con
dificultad en sus alucinaciones y la señora O'C. también. Las alucinaciones o sueños epilépticos que sentían no son
fantasía, según demostró Penfield eran recuerdos acompañados de las emociones
que sentían en ese momento. Sacks comenta un artículo que salió en el New York Times
titulado « ¿Tenía Shostakovich un secreto? El Dr. Sacks le aplicó un
tratamiento con anticonvulsivos y dejó de tener convulsiones musicales. Cuenta
que hace poco la volvió a ver y le preguntó que si las echaba de menos, ella
contestó que no, que estaba mejor sin ellas. Esther Salaman dice que todos somos «exiliados de nuestro
pasado» y como tales necesitamos recuperarlo. A diferencia de la señora O'M., a quien los ataques le
resultaban agotadores y tediosos, a la señora O'V. le perecían un alivio para
el espíritu. Le proporcionaban el sentido elemental que ella había perdido
(haber tenido hogar, haber sido mimada, amada y cuidada). La señora O'C. rechazó
los anticonvulsivos. Cuando su enfermedad mejoró decía que ya se habían cerrado
las puertas, que estaba perdiendo esos recuerdos otra vez. En su caso la
«reminiscencia» epiléptica se centró en algo inconsciente, en experiencias
desvanecidas o desterradas de la conciencia, y las restauró, sacándolas a la
conciencia y al recuerdo pleno. Aunque la puerta se cerró, la experiencia en sí
no se olvidó.
Reminiscencia
Reminiscencia
Cap.16: “Nostalgia incontinente”
El doctor Sacks llegó a calificar a la
L-Dopa como “una especie de máquina del tiempo extraña y
personal”. El Dr. Sacks se puso a escribir la historia de una
paciente que se llamaba Rose R. y pensó menos en términos de
“reminiscencia” y más en términos de “obstrucción” esta
señora no había pasado nunca del año 1926; pronto se acordó en
los términos que escribía Harold Pinter describiendo a “Deborah”
en A Kind of Alaska, que contaba lo siguiente:«Uno de los efectos de
la L-Dopa administrada en los pacientes postencefalíticos, es la
reactivación de síntomas y pautas de conducta presentes en una
etapa muy anterior a la enfermedad. Después ponía el ejemplo de una
señora mayor, de sesenta y tres años, que tenía parkinsonismo
postencefalítico progresivo desde los dieciocho años, llevaba
hospitalizada desde los en ella un alivio logírico, permitiendo que
el movimiento y el habla fuesen casi normales. Pronto siguió una
agitación psicomotora con potenciación de la libido.
Penfield y Perot han podido evocar
recuerdos estereotipados estimulando puntos epileptogénicos del
córtex, y han deducido de ello que los ataques que se producen de
modo natural en esos pacientes, o los inducidos artificialmente,
activan “secuencias de recuerdos fosilizada” en el cerebro.
Pero Harold Pinter y sus compañeros
creen que su paciente tiene almacenado un número casi infinito de
rastros de memoria “latentes”, algunos pueden reactivarse en
condiciones especiales.
La reminiscencia forzada parecía ser
una excitación, mientras que la reminiscencia incontinentemente
nostálgica de la vejez y a veces de la embriaguez, parece más
próxima a una desinhibición y un descubrimiento de estros arcaicos.
Estos estados pueden “liberar” recuerdo, y todos ellos pueden
conducir a una re-experimentación y una re-presentación del pasado.
Cap.17: “Un pasaje a la India”
Bhagawhandi P., una muchacha india de
diecinueve años, tiene un tumor, un astrocitoma maligno en el
cerebro. El tumor se había manifestado cuando tenía siete años
pero era de escasa malignidad y estaba bien delimitado, eso permitió
una resección y una recuperación completa y que Bhagawhandi hiciese
vida normal.
El tumor volvió a aparecer a los
dieciocho años pero más expansivo y más maligno. No era posible
extirparlo. Se efectuó una descompresión para permitir que se
expandiera, ingresó en la clínica con debilidad y parálisis del
lado izquierdo, con ataques esporádicos y otros problemas.
Los primero ataques habían sido
convulsiones, los nuevos tenían un carácter diferente, no perdía
la conciencia, sino que parecía como “ensoñando”.l Dr. Sacks le
preguntó que si le molestaban esos “sueños” y ella contestó
que no, que era como volver a su país, a su casa.
Los sueños, las visiones, se hicieron
más frecuentes, más profundos. Ocupaban la mayor parte del día, la
veían arrebatada pero siempre con una sonrisa dulce y misteriosa. Si
alguien le preguntaba algo, ella respondía inmediatamente, con
lucidez y cortesía, pero las enfermeras de allí tenían la
sensación de que estaba en otro mundo. El Dr. Sacks también opinaba
lo mismo, pero no quería indagar aunque sentía mucha curiosidad.
Pasó una semana y dejó de reaccionar
a los estímulos externos, parecía completamente encerrada en un
mundo propio y aún seguía presente en su rostro aquella sonrisa
serena y feliz.
El personal decía que estaba haciendo
su viaje de regreso y que pronto llegaría. A los tres días
Bhagawhandi murió, o mejor dicho llegó, después de completar su
viaje a la India.
Astrocitoma
ReminiscenciaAstrocitoma
Cap.18: “El perro bajo la piel”
Stephen D. un chico de veintidós años
que estudia medicina y consume drogas, un día soñó que era un
perro y que estaba en un mundo increíblemente rico y significativo
en olores. Al despertar, se encontró en un mundo así, con esas
cualidades, él decía que era como si hasta ahora hubiese estado
ciego a todos los colores y ahora se encontraba en un mundo lleno de
color, se había potenciado la visión cromática y también la
percepción visual eidética y de la memoria. Pero lo que realmente
se había transformado en este nuevo mundo fue la exaltación del
olfato. Stephen podía distinguir a todas sus amistades y a los
pacientes por su fragancia, por su olor; entraban en la clínica,
olfateaba como los perros y podía identificar a los veinte pacientes
que había allí. Podía oler las emociones de los demás,
identificar las calles, las tiendas, y todo ello por el olor.
Experimentaba un impulso de olerlo y tocarlo todo y eso a los
testigos les parecía impropio. El pensamiento, la abstracción y la
categorización pasaron a resultarle difíciles e irreales, dada la
inmediatez perentoria de cada experiencia.
Después de tres semanas, cesó esa
extraña transformación, sus sentido volvieron a la normalidad,
Stephen se alegraba de haber vuelto pero también decía que era una
pérdida tremenda.
Freíd escribió que el sentido del
olfato del hombre era una “baja”, algo reprimido en el desarrollo
y la civilización. Lo que el Dr. Sacks constata es la universalidad
de la inhibición, incluso a nivel perceptivo más elemental: la
necesidad de inhibir lo que Head consideraba primordial y lleno de
tono-sentimiento, y que llamaba “protopático”. Head dice que
quizás deberíamos de ser hombres.
Donald mató a su novia estando bajo la influencia del PCP. No tenía ningún recuerdo del hecho. Los detalles del asesinato, expuestos en el informe forense, fueron ocultados al público y al propio Donald. Las relaciones humanas y las pasiones humanas habían sido reemplazadas por una calma extraña. Tras cinco años empezó a salir bajo palabra, se compró una bici, por la cual precipitó el segundo acto de su extraña historia.Bajaba pedaleando por una cuesta bastante inclinada, cuando surgió un coche mal conducido, en dirección contraria; Donald intentó desviarse para evitar el golpe, pero perdió el control y acabó precipitándose violentamente, de cabeza, contra el firme de la carretera.
Cap 21 REBECA
Le dijo al Dr. Sacks que eran la única Iglesia de la Diócesis que disponía de un coro y una Iglesia como es debido, la única donde se cantan habitualmente todas las obras vocales de Bach. Al Dr. Sacks le pareció muy curioso y conmovedor que Martina, un retardado, sintiese una pasión tan grande por Bach. A pesar de todas sus limitaciones intelectuales, la inteligencia musical de Martin era plenamente capaz de apreciar gran parte de la complejidad técnica de Bach, el Dr. Sacks se dio cuenta de que no se trataba en absoluto de una cuestión de inteligencia, Bach vivía para él y él para Bach.
CAPITULO 23 LOS GEMELOS
CAPITULO 24 EL ARTISTA AUTISTA
El capitulo titulado el "Artista autista" trata de un joven de veintiún años, llamado José , al que todos catalogaban de retrasado mental. Tenia un aspecto frágil y estaba muy delgado.
Cap.19: “Asesinato”
Donald mató a su novia estando bajo la influencia del PCP. No tenía ningún recuerdo del hecho. Los detalles del asesinato, expuestos en el informe forense, fueron ocultados al público y al propio Donald. Las relaciones humanas y las pasiones humanas habían sido reemplazadas por una calma extraña. Tras cinco años empezó a salir bajo palabra, se compró una bici, por la cual precipitó el segundo acto de su extraña historia.Bajaba pedaleando por una cuesta bastante inclinada, cuando surgió un coche mal conducido, en dirección contraria; Donald intentó desviarse para evitar el golpe, pero perdió el control y acabó precipitándose violentamente, de cabeza, contra el firme de la carretera.
Sufrió una grave herida en la cabeza y
contusión grave en ambos lóbulos frontales, entró en coma,
hemipléjico, y así permaneció durante dos semanas, luego empezó a
recuperarse y empezaron las “pesadillas”. El regreso de la
conciencia vino acompañado de una vorágine y una agitación
desagradables, al aclararse la conciencia, se aclaró con ella un
recuerdo que ahora resultaba terrible. Donald intentó suicidarse
tres veces. Los recuerdos tenían una carga psicótica, provocaban en
Donald ideas continuas de suicidio. Ninguno de los médicos había
oído o leído nada parecido hasta entonces. Con los
electroencefalogramas se comprobó que tenía una agitación
incesante, una epilepia profunda, en ambos lóbulos temporales. La
mayoría de las experiencias o reminiscencias que describía Penfield
eran de un tipo más bien pasivo.
Con el paso del tiempo, las funciones
del lóbulo frontal eran ya casi normales y Donald volvió a la
jardinería.
Cap.20: “Las visiones de Hildegard”
Hilderag de Bingen, una moja,
experimentó innumerables “visiones” desde pequeña hasta el
final de su vida. Escribió que las visiones las contempla despierta,
alerta y con los ojos del espíritu y los oídos interiores, las
percibe abiertamente y de acuerdo con la voluntad de Dios. La
interpretación de los médicos es que experimentó un chaparrón de
fosfenos que cruzaron el campo visual, tras lo cual se produjo un
escotoma negativo. Hildegard dice que hay momentos en que se siente
la presencia de la armonía eterna, si ese estado durase más de
cinco segundos, el alma no podría soportarlo y tendría que
desaparecer; durante esos cinco segundos ella vive una existencia
humana completa y por eso podría dar su vida eterna sin pensar que
estuviese pagando demasiado.
Rebeca, una chica de diecinueve años
según su abuela sique siendo una niñla en añgunos sentido, ella no
es capaz de dar una vueta a la manzana, de abrir una puerta con la
llave, a veces se pone malla ropa, en fin noparece tener ningún
sentido del espacio, se mostraba torpe u mal coordinada en todos sus
movimientos, en el unifiorme que le hiceron decía que era una
subnormal motriz, pero cuando Rebeca bailaba desaparecia toda esa
torpeza.
Rebeca tenia una fisura palatina
parcial, los dedos cortos y gruesos, y una mitopía degenerativa
grave, era muy timida y retraida, ella tenia la sensación de tener
una imagen ridícula. Ella necesitaba que le representasen el mundo
en imágenes verbales. Era una retrasada con una capacidad poética
inesperada y conmovedora. La primera vez que la vio Dr. Sacks podía
determinar y analizar en ella una multitud de apraxias y agnosias,
una masa de defectos, deficiencias sensoriomotrices, limitaciones de
conceptos y esquemas intelectuales.
Cap. 22: “Un Grove ambulante”
Martin A., un hombre de sesenta y un años, ingresó a finales
de 1983 tras contraer parkinsonismo y no poder cuidarse por sí mismo. En la
infancia había tenido una meningitis casi mortal y eso le produjo retraso
mental, impulsividad, ataques y cierto espasmodismo en un lado del cuerpo.
Martin vivió con sus padres hasta que ellos fallecieron, después trabajó donde
pudo porque en poco tiempo que estuviese trabajando lo despedían por su
lentitud, su tendencia a la ensoñación o su incompetencia habría tenido una
vida mucho más dura de no ser por su sensibilidad musical y su notables dotes
musicales, no hubiese tenido alegría. Poseía una memoria musical asombrosa,
siempre había dependido de su oído aunque su voz no estaba al mismo nivel.
Martin quería haber podido llegar a ser como su padre, un
hombre cantante muy famoso de oratorios y de ópera, aunque esto no era una
obsesión; Martin hallaba mucho placer con lo que él podía hacer que era ayudar
a muchos famosos. Gozaba de una modesta fama como “enciclopedia ambulante”
porque sabía la música de dos mil óperas, los cantantes que habían interpretado
los papeles en innumerables representaciones, los vestuarios, los decorados…
Así pues, Martin era un fanático de la ópera y algo así como un “sabio idiota”.
El verdadero gozo era participar personalmente en sesiones musicales, cantando
en los coros de las iglesias locales. En esas ocasiones, cuando se entregaba a
la música, Martin olvidaba que era un “retardado”, y olvidaba toda la tristeza
y la amargura de su vida, sentía como si lo envolviese una gran plenitud, se
sentía un verdadero hombre e hijo de Dios.
Su memoria eidética no formaba por sí misma un “mundo” ni
transmitía ningún sentido con él. Carecía de unidad, de sentimiento, de
relación con él mismo. Era fisiológica, daba esa sensación, como un núcleo
mnemotécnico o un banco de memoria, pero no formaba parte de un yo vivo real y
personal.
Estas hipertrofias prodigiosas de la memoria eidética
parecen desalojar a veces al yo real, o competir con él, e impiden su
desarrollo. Su mundo era pequeño, mísero, desagradable y lúgubre, era el mundo
de un retardado al que habían marginado desde niño y del que se habían burlado,
el mundo de alguien que raras veces se había sentido un hombre y que lo
consideraban un niño.
Tenía dificultades de adaptación, su hermana dijo que había algo que le
corroía y que le estaba destruyendo.
En enero, el Dr. Sacks fue a verlo y se encontró con un
hombre muy distinto, claramente apesadumbrado, víctima de un dolor espiritual y
físico. Decía que tenía que cantar, que sin ello no podía rezar, después añadió
que nunca había pasado un domingo sin ir a la Iglesia, sin cantar en el coro, que fue con su
padre y no dejó de ir aún habiendo fallecido su padre, que tenía que ir sino
moriría, el Dr. Sacks le dijo que no sabía que echase de menos ir a la Iglesia
y que había una muy cerca de la residencia. Martin volvió a ir y allí lo
recibieron muy bien. Ya podía cantar, podía rendir culto todos los domingos con
música de Bach, podía disfrutar de la tranquila autoridad que se le otorgaba. Le dijo al Dr. Sacks que eran la única Iglesia de la Diócesis que disponía de un coro y una Iglesia como es debido, la única donde se cantan habitualmente todas las obras vocales de Bach. Al Dr. Sacks le pareció muy curioso y conmovedor que Martina, un retardado, sintiese una pasión tan grande por Bach. A pesar de todas sus limitaciones intelectuales, la inteligencia musical de Martin era plenamente capaz de apreciar gran parte de la complejidad técnica de Bach, el Dr. Sacks se dio cuenta de que no se trataba en absoluto de una cuestión de inteligencia, Bach vivía para él y él para Bach.
Martin tenía dotes musicales “raras” si se las desplazaba de
su marco justo y natural.
La maravilla era ver a Martin cuando estaba cantando porque
en esas ocasiones quedaba totalmente transformado. Todo lo que era deficiente o
patológico se desprendía de él y veías sólo atención y animación, totalidad y
salud.
Este capítulo trata sobre dos gemelos, ambos autistas, con
las mismas lesiones cerebrales. Tienen una capacidad asombrosas para los
números, son capaces de averiguar en qué día cayó una cualquier fecha y la
fecha de Pascua de cualquier año, además de una gran capacidad memorística para
los números, ya sean de tres, treinta o trescientas cifras. Lo más sorprendente
de todo, es que no saben calcular, son incapaces de hacer una simple suma o de
entender el concepto división o multiplicación, aun así son capaces de calcular
las fechas del calendario y Pascua, ni un gran matemático (Carl Friederich
Grauss) fue capaz de encontrar un algoritmo para saber el día en el que cae la
Pascua, por lo tanto se piensa que es una cualidad innata que tienen.
También pueden contar el tiempo meteorológico y los
acontecimientos que ocurrieron en cualquier día de sus vidas, pero los cuentan
sin alterarse, como si carecieran de emociones o sentimientos. Tienen una
memoria que podría ser ilimitada, pero lo más fascinante es que afirman
"verlo", con extraordinaria intensidad.CAPITULO 24 EL ARTISTA AUTISTA
El capitulo titulado el "Artista autista" trata de un joven de veintiún años, llamado José , al que todos catalogaban de retrasado mental. Tenia un aspecto frágil y estaba muy delgado.
Un día el Doctor Sacks empieza a tratarlo y le deja su reloj
de bolsillo para que el lo dibuje, ante la despectiva mirada de un hombre que
le llama idiota y le menos precia solo por el simple hecho de ser autista. José
dibujo el reloj introduciendo todos los rasgos, incluso los pequeños detalles
como todos los minutos y el circulito interior de los segundos. Lo único que le
sorprendió Sacks fue que dibujo la ruedecilla estriada y la presilla
trapezoidal del reloj (que sirve para engancharlo a una cadena) amplificadas y
que cada número tenia una medida, un estilo. El objeto dibujado simbolizaba su
"sentimiento" .Sacks quedo asombrado ante la rapidez y la minuciosa
exactitud de la reproducción y aun más teniendo en cuenta que José había mirado
la canoa y luego había apartado la vista. Esto llevaba a la conclusión que José
retenía esa imagen es su mente, pero no obstante el no había dibujado una
canoa, sino, su canoa, desde su punto de vista, desde su estado de ánimo.José fue trasladado a un pabellón más tranquilo y sosegado
en el que habían un número excepcional de especialistas. Sacks fue a visitarlo,
y pasearon por el jardín, no hizo falta ni que le diera la pluma José empezó a
observar las flores que habían bajo sus pies y dibujo su propia planta. Un
autista, un retrasado mental con un don para lo concreto, es capaz de dibujar
un pez o una flor con una fidelidad increíble, pero también puede dibujar uno
que sea su personificación.
VALORACIÓN PERSONAL
He leído este libro para la realización de un trabajo en y me a parecido muy interesante y además he aprendido muchas cosas nuevas. El libro eran entretenido porque el neurologo explicaba el problema con todos los detalles. yo se lo recomendaria a las personas que les guste la psicología
VALORACIÓN PERSONAL
He leído este libro para la realización de un trabajo en y me a parecido muy interesante y además he aprendido muchas cosas nuevas. El libro eran entretenido porque el neurologo explicaba el problema con todos los detalles. yo se lo recomendaria a las personas que les guste la psicología
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